Ya realizaron talleres juntos, pero sin concretar la incorporación. La murga también sumó a Maximiliano Méndez en la cuerda de sobreprimos.
Foto: Jimena del Río Ocampo.
“Tengo la sensación de que uno no pone nada en escena. En todo caso saca, vacía”. Esa premisa subvierte algunos conceptos bastante recurrentes en Carnaval, que establecen que la escena es un ámbito para ir cargando, disfrazando o cubriendo a medida que avanza un espectáculo.
Tomando como premisa el concepto del “espacio vacío”, definición del director Peter Brook –del cual es un ávido lector- Coco Rivero entiende que la escena es un espacio para investigar, continuamente, y a partir de allí comenzar a construir el discurso.
«Trabajar con Las Cabras permite experimentar, romper moldes y cuestiones expresivas de todo tipo», dijo Coco Rivero a Calle Febrero, al momento de anunciar su incorporación a la murga. «Me gusta esta búsqueda y hacía tiempo que teníamos ganas de trabajar juntos», añadió.
La mirada del artista estará puesta en su rol de director de puesta en escena.
“En una escena hay un cuento. Todo eso está para recorrer el mundo. Es un evento ritual, tribal: un colectivo que se cuenta a sí mismo, y más en Carnaval, donde nos narramos nosotros mismos. Y sobre todo aún en la murga, género que narra un momento histórico coyuntural del país, reflexionando sobre un momento especial del mundo”, considera el artista.
Y ahora llegó el momento de recorrer ese mundo imaginario con Cayó la Cabra, murga con la que ha estado cerca y con la que realizo algunos talleres, pero sin concretar –hasta ahora- su incorporación como director de puesta en escena.
Coco Rivero llega a Cayó la Cabra tras su pasaje por Vieja Viola, Falta y Resto, Contrafarsa, Agarrate Catalina, La Buchaca y Don Timoteo.