La murga obtuvo el tercer premio en el 2016, como resultado del largo trabajo y la rigurosa planificación, dijo uno de sus letristas y codirector artístico, quien regresó al grupo tras unos años de alejamiento. En el 2017 apostarán por su estilo característico basado en crítica, humor y una fuerte apuesta visual.
Foto: Jimena del Río Ocampo
Martín Sosa nació en Buenos Aires hace 38 años, aunque su sensibilidad se forjó en Montevideo.
Sin embargo, el clímax de su experiencia artística llegó en San Carlos, la ciudad en la que vive hace diez años junto a su familia y en la que pudo plasmar múltiples espectáculos premiados y elogiados en carnaval.
Desde esa ciudad -en la que el género murguero tiene una larga tradición- Martín comenzó un camino de éxitos, aunque los mismos no llegaron excluidos del sacrificio que implica realizar una rutina muy particular: optimizar los tiempos al máximo, teniendo en cuenta que el verano es una intensa zafra laboral para muchos de los integrantes, y salir a una aventura diaria, de dos horas de ida y dos de vuelta por las rutas 9 e Interbalnearia.
Sin embargo, para La Clave, esa lejanía -si es que el término es aplicable a la geografía del Uruguay- es una válvula que descomprime. Es un ida y vuelta que «ayuda y purifica» y permite reciclarse cuando el carnaval transcurre con sus velas desplegadas, dijo Martín en la entrevista central de Calle Febrero del domingo 10 de julio.
Tal es así, que a la medianoche la murga puede estar concursando en el Teatro de Verano y unas horas más tarde transitando los mismos avatares que el resto de sus colegas de categoría, solo que 140 kilómetros al este, con el sello singular que ello permite.
«Vamos, venimos y al otro día estamos con nuestras dinámicas», expresó el coautor de los libretos de La Clave.
Pero esa particularidad tiene incidencia en el plano artístico, reconoció Martín. Es que optimizar los tiempos supuso un riguroso calendario de ensayos de once meses.
A su juicio fue ese trabajo previo el que determinó la obtención del tercer premio, una ubicación que no esperaban, pero de la que se fueron convenciendo poco a poco, a medida que las ruedas avanzaban y la consideración del público se iba decantando entre un grupo selecto de propuestas.
«Si en junio nos decían que salíamos terceros, nos tirábamos de palo a palo», expresó el artista, tras reconocer que la planificación supone definir los textos -que elabora desde hace diez años junto a Christian Ibarábal, un autor que también ha sido muy premiado por los textos de Aristophanes- y elaborar toda la parte visual, un área que está a cargo de Ana Laura de León, su esposa y codirectora artística.
Sobre este último punto, Martín valoró como positivo el hecho de que el espectáculo siempre esté sobrevolando en la escena familiar. De hecho, para aceptar la propuesta de regreso que le realizó La Clave, el artista consideró especialmente la posibilidad de reeditar sociedad creativa con su esposa.
Para el 2017 el grupo realizará una apuesta con el sello característico del grupo, aunque las temáticas todavía no están del todo definidas. Los ensayos comenzarán el próximo 29 de julio, con una particularidad: a pocas cuadras ensayarán Los Fantasmas se divierten, otra murga de San Carlos que buscará un cupo en la prueba de admisión.
Escuche la entrevista completa realizada a Martín Sosa, del 10 de julio de 2016, en Calle Febrero
Aprendizaje, mas maduro. En los rupos y las relaciones umanas no es todo color de rosas, pero ay madurez.