La propuesta 2017 ya está en marcha, aunque aún no tiene nombre. Maximiliano «Pulpa» Méndez, Pablo Porciúncula, Pedro Risso y Coco Rivero se incorporan al grupo y equipo técnico. Un grupo de siete artistas trabajan en el libreto.
Foto: Jimena del Rio Ocampo
El bajo, además de un espacio físico cercano a los puertos de las ciudades del continente que recibieron sucesivas oleadas de inmigrantes, es una denominación que describe una intensa red de vínculos sociales, donde las clases populares se entremezclan, dibujan y proyectan su imaginario.
Tal es así que la cultura rioplatense retrata al bajo a través de un sinfín de postales visuales y sonoras.
Estas últimas han estado presentes en las incontables expresiones lunfardas de las letras de los tangos y milongas o circulan en los libretos de las murgas.
En cualquier caso, son palabras que explican el mundo, desde el sentir popular más llano.
Pero con el paso del tiempo, esas expresiones comienzan a permear otros sectores, saliendo de su universo original e incorporándose al habla y la jerga cotidiana.
Ese trayecto de lenguajes y símbolos es el que retratará Cayó la Cabra en su espectáculo 2017, contaron a Calle Febrero Camilo Fernández y Emiliano Belmudes, integrantes de la comisión de letras de la murga.
«Hay metáforas que nacen pobres, pero que comienzan a aceptarse por otros sectores de la sociedad como burla e imitación, hasta que después comienzan a quedar y usarse», dijo Camilo, al comentar la idea central de la propuesta, que aún no tiene nombre definido.
Pero el recurso no estará únicamente enfocado en las palabras.
Cayó la Cabra también se valdrá de otras manifestaciones «que nacen mal vistas y luego se instalan», dijo Camilo, en referencia a una serie de expresiones que han logrado cruzar las fronteras de su ámbito primitivo.
Entre ellas destacan el tango, la murga o la cumbia, el último gran ejemplo de una expresión denigrada desde los cánones de la alta cultura.
El abordaje de la murga también buceará en lo «pintoresco del barrio», añadió el artista, aunque aclaró que esa opción no implica traer consigo referencias costumbristas ni sobre la uruguayez, un recurso que suele colarse en los repetrorios que analizan las distintas formas de la cultura.
ESTILO
El estilo de Cayó la Cabra está en constante construcción y no hay parámetros rígidos, expresaron los artistas en la conversación.
No hay prejuicios sobre cómo narrar una idea, aunque sus creativos apelan al humor como método que rompa cualquier postura solemne.
Buscan escapar a la prédica y al mensaje tradicional, pero, al mismo tiempo, sostienen que editorializar es casi inevitable en carnaval porque en esas sentencias se da un tono conclusivo al cuplé o a cualquier bloque específico.
«El código está instalado: el público sabe que debe aplaudir cuando detecta que la murga dio el mensaje. Nos gustaría superar esta estrategia porque creemos que puede hacer crecer al espectáculo pero la verdad es que no tenemos muy claro cómo plantearlo», puntualiza Camilo en referencia al modo de interconectar el punto de vista de la murga con el modo narrativo.
El espectáculo 2017 tendrá novedades en dos áreas importantes, como la música y la puesta en escena.
La llegada de Pablo Porciúncula, el nuevo arreglador coral, propone abrir una nueva ventana en el plano sonoro.
«Tiene el swing en el alma y debemos ser la única murga que le pide menos swing», expresó Camilo.
Pero así como los cuplés necesitan su modo de relato, la murga apuesta a las puntas para el total lucimientos de su nuevo arreglador.
«En los medios le pedimos que sea más simple, pero en las puntas, manda él», puntualizó Camilo.
«Está bueno, el coro suena distinto y se va a notar», añadió Emiliano, haciendo también referencia a la llegada de Maximiliano «Pulpa» Méndez a la cuerda de sobrepirmos.
En tanto, en la faceta escénica, Coco Rivero será el director de la puesta.
Con Las Cabras ya trabajó a finales de 2014 en un taller sobre construcción de personajes.
Coco esatrá en reemplazo de Pinocho Routin, que pasó a Don Timoteo.
Los textos seguirán elaborándose en una comisión de siete creativos, donde Martín Mazella y Camilo son los encargados de redactar las múltiples ideas que van surgiendo.
Escuche la nota a Camilo Fernández y Emiliano Belmudes realizada en Calle Febrero el 9 de octubre de 2016)