La casa en la que realizaban los ensayos sufrió voladura de techo y tiene peligro de derrumbe. Quedó totalmente arruinada la escenografía, utilería, consola, micrófonos y los trajes del espectáculo anterior. Pudieron salvar el vestuario del 2017. Preparan un gran festival solidario, para ayudar a los damnificados.
Foto: Subrayado (vista general sobre los destrozos en la ciudad)
Levantarse después de un duro golpe es una moneda corriente para los grupos de carnaval.
Pero esa afirmación parece aplicarse únicamente al plano artístico, cuando el resultado de una propuesta no alcanza los objetivos esperados y los cambios son el camino que permiten refundar tal o cual proyecto.
Pero en el caso de La Clave, reponerse va más allá de una modificación en un arreglo coral, una estrofa o una música en el repertorio.
Es que el violento temporal que azotó San Carlos y Pan de Azúcar en las primeras joras del viernes 23 -que causó un muerto y más de cuarenta heridos entre la población- barrió con el techo de chapas de la Casa de los Deportes, el espacio cedido a la murga para los preparativos del próximo carnaval, contó a Calle Febrero el director artístico del grupo, Martín Sosa.
Si bien algunos de sus artistas padecieron alguna lesión leve, el evento climático les hizo perder toda la utilería, los accesorios, y la escenografía, que ya estaban prontos para el espectáculo «Ruido», a estrenarse en menos de un mes en Montevideo.
También destruyó parte del equipo de sonido, entre los que se cuentan micrófonos, potencias y consola.
La desoladora imagen causó un profundo impacto en el grupo, narró Martín.
«Cuando vi lo que había pasado me puse a llorar como si hubiera sucedido en mi casa», añadió el director artístico y letrista del grupo, tras contar que veinte minutos antes de que se desatara el caos, los murguistas y allegados al grupo habían finalizado una larga jornada de taller, una instancia de trabajo que suele utilizar el grupo para poner a punto todos los engranajes visuales del espectáculo.
«El trabajo de diez meses se esfumó en un instante», añadió el máximo referente de La Clave, aunque consignó que ya fue dispuesto un ambicioso operativo para rearmar todo, nuevamente.
DE APURO
La tormenta tomó por sorpresa a los murguistas de La Clave.
Ni bien se desató, todos buscaron refugio y atendieron las situaciones familiares y los daños en sus viviendas.
Varios permanecen aún sin luz y dependen de la solidaridad de los vecinos para las tareas más elementales, que van desde tomar una ducha hasta cargar un celular.
Pero esa suerte, aunque desgraciada, no es diferente al de buena parte de la ciudad, que también busca superar la instancia tan dramática.
Dentro del panorama negativo, La Clave pudo rescatar la totalidad de los trajes que está confeccionando para la próxima temporada, ya que los mismos, a medio hacer, estaban en la casa de Martín, bajo la órbita de Ana Laura de León, su esposa, quien diseña y supervisa todo el proceso.
En el apuro, salvar sus trajes supuso dejar al amparo de la inundación otros artefactos del hogar, que sí se perdieron.
También quedaron inservibles los trajes del repertorio del año pasado, que tenían un valor afectivo muy importante para sus creadores, entre otras cosas por haber sido destacado por el jurado.
LA NUEVA APUESTA
La Casa de los Deportes había sido cedida a la murga hace dos meses, donde una brigada de murguistas se encargó de pintarla, refaccionarla y cortar sus pastizales, para transformarla en el cuartel general durante los meses de carnaval.
Luego de la voladura de techo, que trajo consigo el peligro de derrumbe, la murga se mudó al club Pelotaris, donde retomará los ensayos a partir del lunes 26.
Pero mientras todo vuelve a su cauce, La Clave ya dispuso transformar el espectáculo de lanzamiento en una jornada solidaria, que tendrá lugar el domingo 15 de enero, en apoyo a la Junta Local y los damnificados.
Esa instancia ya tiene confirmada la participación de grupos de Montevideo.