La murga del club Fraternidad cerrará el año con su propuesta casi totalmente terminada. Resta escribirse una canción de apertura de un cuplé y el planteo de puesta en escena.
Foto: Jimena del Río Ocampo
El destino, la búsqueda de la realización individual y la permanente necesidad del ser humano de explorar y descubrir nuevos horizontes, definirán el trasfondo del espectáculo “En Tránsito”, de La Trashojada, según se desprende de la entrevista realizada por Calle Febrero al director escénico y arreglador musical del grupo, Martín Souza.
Un medio tanque, cuyo fuego se ve desde las esquinas que circundan el club Fraternidad, en el Cerrito de la Victoria, es la señal que invita a los espectadores a presenciar los ensayos, cuyas pasadas completas dan cuenta de una propuesta casi totalmente finalizada, a la que solo le resta escribir el inicio de un cuplé y la marcación de la puesta en escena, contó Martín.
El relato tendrá un personaje central, a través del cual se hilvanarán los distintos momentos y cuplés.
“Es un personaje que busca conectar con otros lugares, transportarnos, viajar, estar en movimiento permanente”, explicó Martín.
Añadió que el coro acompañará “ese sentir y pensamiento”, construyendo de ese modo una mirada dirigida hacia el interior de cada uno.
El planteamiento abstracto será también el denominador común de la presentación y despedida, donde La Trasnochada desplegará su habitual tono poético.
“Será el año de las imágenes”, sostuvo Martín en relación a la construcción literaria y mencionó que la apuesta buscará integrar la sensibilidad del espectador, a través de su imaginación, “permitiendo que cada uno entienda su viaje personal a su manera”, dijo.
CUPLES
Pero si bien la apuesta tendrá un amplio margen para desplegar poesía, La Trasnochada también recurrirá a sus personajes jugados al humor, la actualidad y la nostalgia, señales de identidad que no escapan a ningún repertorio.
Un primer cuplé se denominará “Las Señales” y abordará el punto de vista de la murga sobre cómo leer las señales de la vida.
Otro momento del “medio” será sobre las relaciones, mientras que en la segunda mitad del repertorio llegará Maxi Orta a componer el personaje de Pablo Escobar, que decidirá quién pasa y quien no pasa por la Aduana.
Ese pasaje estará enteramente jugado al humor, aunque al final buscará dejar un mensaje sobre las conductas violentas que se asumen en el día a día.
“Todos tenemos esa parte un poco mafiosa, en la que, si nos tientan, queremos ir un pasito adelante”, puntualizó el director del grupo.
El viraje hacia el lado conceptual llegará al cierre del espectáculo, con un cuplé denominado “El baño público”, donde se trazarán paralelismos con las distintas “suciedades y abandonos” de la actualidad, “de los que alguien tiene que hacerse cargo”, añadió Martín.
MÚSICA Y PALABRA
Si bien el libreto es el alma de todo espectáculo, la parte musical juega un papel decisivo, en especial en una categoría donde la mayoría de los momentos se representan de modo coral.
Sobre ese punto, Martín dijo que el planteo musical buscará una concordancia con la música.
“Estoy muy colgado con eso: que la selección musical respalde lo que se dice, en todo momento”, indicó y anunció que el repertorio mantendrá una fuerte presencia de artistas latinoamericanos, con acento en Cuba.
Ese énfasis nació a raíz de que su hermano Rodrigo, estuvo estudiando en el país caribeño este año y realizó varios aportes.