El grupo, la creación, los estilos transitados, la decisión de recorrer este camino y las expectativas de futuro fueron algunos de los tópicos abordados por su director escénico, Lucas Pintos, evocando una travesía que ya lleva una década sobre los escenarios.
Por Agustín Conde
La murga nació en el año 2007, para participar en los Encuentros de Murga Joven hasta el año 2010.
Surgió bajo el nombre de Cabrá la Cabra, que posteriormente se modificaría hasta llegar a ser Cayó la Cabra.
En 2008 presentaron el repertorio «Evolución», con el que obtuvieron la mención a Mejor Espectáculo por primera vez, al igual que los dos años siguientes. Luego de participar durante cuatro años en el Encuentro decidieron dar el salto al Carnaval Mayor.
Tras dar la prueba de admisión, participaron por primera vez en el Concurso Oficial del Carnaval del año 2012.
Desde entonces, han participado de forma ininterrumpida en el Concurso, obteniendo su mejor ubicación en 2015, cuando presentaron «Natural», logrando el cuarto puesto.
A lo largo de estos diez años, su popularidad ha aumentado cada vez más: obtuvieron menciones a Mejor Texto del Carnaval y reconocimientos en algunos rubros, como, por ejemplo, al Mejor Vestuario, Maquillaje e Iluminación.
Además de su participación en el Carnaval, se han presentado en diversas ciudades de nuestro país, así como también en Argentina y Cuba.
El pasado sábado 22 de marzo, Las Cabras se vistieron de gala y celebraron sus 10 años en la Sala Eduardo Fabini del Auditorio Nacional del Sodre, con entradas agotadas.
Fue un show que recorrió diferentes momentos de sus diez espectáculos, pasando por diversos cuplés, canciones finales y retiradas.
La noche contó también con la participación de invitados de lujo como Pablo Riquero, Papina De Palma, Fata Delgado, los vientos de Los Negroni, Samantha Navarro, Pelusa Pintos, Senda 7, El Alemán, Alejandro Balbis, Gerardo Nieto y Metele Que Son Pasteles.
En el marco de la celebración de estos diez años, Lucas Pintos, director de la murga, dialogó con Calle Febrero, evocando varios momentos de esta década de vida sobre los escenarios.
«Recuerdo cuando soñábamos con poder hacer algo en un teatro grande y ahí se te vienen mil imágenes a la cabeza. Estar encerrado en tu cuarto, tocando una guitarra, soñando una presentación o craneando algo y después, cuando lo plasmas en la actualidad, ves un teatro enorme y colmado de público y es impresionante», diijo el director de la murga, relacionando sus comienzos con lo vivido la noche de la celebración.
Cuando la murga cumplía un año, Lucas se integró a ella (2008).
Su primera experiencia se completó cargando con los nervios, la ansiedad y la inexperiencia lógica, pero logrando integrarse rápidamente a aquel colectivo.
El debut fue en el Monte de la Francesa.
En el febrero siguiente, fueron invitados para presentarse en una etapa del carnaval mayor, a causa de una suspensión.
Esto sería un pequeño pantallazo de todo lo que se vendría en un futuro no muy lejano.
El 2008 fue un año que marcó a la murga, tanto por lo artístico como por lo grupal: se armó la murga, se unió el grupo.
«Madurar», en 2013, fue la primera vez que logran acceder a la Liguilla y el momento en el que comenzaron a sentir el apoyo del público.
«Natural» en 2015, por su parte, fue uno de los años más contundentes.
Y por último «Barato», el espectáculo más reciente.
“Podría agarrar un poquito de cada uno y armar un espectáculo ideal, como lo que pasó en el Sodre», sotiene Lucas y añade que, para armarlo, tuvo que ver mucho «lo que nos pasó y lo que sentíamos», afirma.
«Pero no hay uno preferido, son cositas de cada año que, ya sean malas o buenas, hacen que la murga crezca», responde cuando se indaga sobre aquel show inolvidable.
REFERENTES
Al ver murgas cómo La Mojigata, Queso Magro y Agarrate Catalina en el Concurso Oficial (todas salidas de los Encuentros de Murga Joven), los murguistas de Cayó la Cabra pensaban, inevitablemente, que ellos también habían salido desde el mismo lugar. «¿Por qué nosotros no?», era la pregunta.
«Teníamos esas murgas como referencia, y decíamos que está mortal lo que hacen y capaz que a nuestra manera podemos hacerlo para, en una de esas formar parte del carnaval».
Consultado sobre sus gustos personales, el director de Cayó la Cabra respondió: «Hay muchas que me gustan, no tengo una en particular. Me gusta la murga, disfruto de un montón. No tengo una, pero me gusta desde el Queso hasta Timoteo; me emociona la retirada de este último año de Timoteo como disfruto de aquella retirada del Chuy, del Queso y todas las maneras de hacer murga, las formas, aportan. Las Cabras tienen una forma particular de hacer y de decir, de transmitir el humor», explica.
Y puntualiza acerca del modo de constuir un espectáculo: «Jugamos por momentos con silencios y tiempos más teatrales, que es como nuestro sello. Son otras formas de decir, otras cabezas. Mientras más murgas haya, mejor.»
Otra cosa que transmitió la murga joven, y que forma parte de su ADN, es el hecho de terminar la actuación y juntarse luego a festejar en el club, así como festivales y reuniones a lo largo de las madrugadas.
«Está buenísimo que eso se mantenga, y la gente se sume. Parte de hacer murga es el encuentro y la fiesta. Sentimos que el carnaval es eso también, de cuando se apaga la luz y se prenden otras. Que siga la fiesta y la alegría es fundamental.»
Naturalmente, con el paso de los años algunas cosas varían, como bien dijo Lucas: «por el hecho cíclico y natural».
Además contó a Calle Febrero que las ganas de hacer un buen espectáculo son las mismas, y quizá «hasta más fuertes ahora».
«El espectáculo del 2008 fue armado con la misma pasión que el último. Eso se mantiee en el grupo. La esencia, que es el encontrarse con los demás, abrir las puertas, que es bien el ADN de la murga joven. Encontrarse y abrir la cancha a otras murgas, y a la gente, eso la murga lo sigue aplicando. Y hay otras cositas que se perdieron con los años debido a que uno tiende a ser más profesional y algunas cosas se pierden en el camino.»
«Los objetivos que nos planteamos a lo largo de estos años los hemos ido cumpliendo, y eso nos deja tranquilos.»
GIRAS
Hay que recordar, que la murga logró viajar, hacer giras, y destacar lo último, realizar un show con una gran producción en el Sodre, con entradas agotadas. «Obvio que nos encantaría ganar, seguir de gira.. Encaminar la murga hacia un plano cada vez más profesional es como el objetivo que tiene la murga. Empezar a que sea redituable, que el mayor tiempo se nos vaya haciendo murga, eso es lo que queremos, y estamos trabajando para que eso suceda.»
El sueño de un festejo a lo grande a la hora de cumplir la primera década, inició con una gestión que comenzó dos años atrás, cuando surgió la idea. Definitivamente no era un trabajo fácil, elegir que incluir, y que no; seguir ensayando luego de finalizado el concurso, volver a sorprender al público.. «El criterio fue por lo que nos gustaba, lo que creíamos que no podía faltar, que cuando lo hicimos sentimos que pasaban cosas en carnaval.
A la vez no queríamos un auto homenaje hacia nosotros, sino hacer un espectáculo que fuera para el espectador. Primero lograr el disfrute del público, si ellos lo hacen, vamos a disfrutar nosotros».
El show arrancó con las diez clarinadas, tuvieron que transportar todo a la misma tonalidad. Elegir qué utilizar y qué no, contactarse con amigos, e invitarlos a participar. Teníamos ganas de cantar la cumbia, hacer la intro de este año, entonces incluimos a un invitado como el Fata, que siempre coqueteaba con hacer algo con la murga y surgió.
La gente que es parte de la historia de la murga tenía que estar».
Como lo mencionamos anteriormente, el show contó con la presencia de grandes figuras, amigos de la murga.
Cabe recordar, esos que por estar de gira o tener otros compromisos no pudieron estar, como por ejemplo Denis Ramos de NTVG y o el enano de La Vela.
Fue un show de 3 horas, con invitados, pantalla gigante, personajes que entraban y salían, puesta en escena..
Y la gente lo recibió muy bien. «Salió como lo teníamos pensado y mejor todavía, muy disfrutable.» «Ensayábamos sabiendo lo que íbamos a hacer, no lo que iba a generar. Lo que generó fueron todas cosas lindas. Creo que pudimos sorprender al espectador que era lo difícil y nuestro objetivo; sacudir al espectador con un espectáculo nuevo, basado en un recorrido a través de los años y creo que sucedió.
Capaz que la gente podía pensar que iban a ver el espectáculo de «Barato» con alguna canción extra, pero no, hubo un gran laburo.» Desde el escenario puede no verse todo el público, sino que sólo la platea baja y un poco más. «La primera hora del show estuve más concentrado en la tarea, pendiente de las cuentas, la guitarra, las cosas técnicas. Después empecé a aflojar, a dejarlo fluir más y dedicarme a disfrutar. Llegando al final, se prendieron todas las luces y ahí me cayó la ficha, estaba lleno. Y eso está buenazo también, haberlo logrado nosotros solos, la producción fue nuestra, que la murga haya llenado un Sodre, fuera del carnaval, un montón de hermosas sensaciones.»
Ya llegando al final del encuentro, nos contó que ahora se venía una reunión para darle un cierre al año y luego 3 meses de descanso, «respirar un poco y poderle meter a otras actividades, ya que la murga demanda mucho, cabeza sobre todo. Ahora realmente no hay nada, cero, pero en breve aparecerán cosas. En agosto ya retomamos con giras y comenzamos a armar lo nuevo. Paramos estos meses, pero la cabeza creativa no creo que lo haga, vamos a estar juntándonos y planeando así capaz que en agosto ya volvemos con una idea para el espectáculo nuevo» añadió.
«Las vivencias y recuerdos a lo largo de estos diez años son muchísimos. Siempre digo lo mismo, es el proyecto en el que más estuve. No estuve tanto tiempo ni estudiando, jugando al fútbol, en una obra o una banda ni con otro colectivo. De por si eso ya es muy importante. Y rescatar que lo que nos propusimos lo logramos, que a veces no se da. Son pocas las piedras que la murga tuvo en el camino, y pudimos seguir delante. Montones de tablados, giras, toques, fiestas, bailes, encuentros, momentos lindos arriba y abajo del escenario. Debemos estar eternamente agradecidos a la murga porque en estos últimos diez años nos ha dado un montón de inmensas alegrías.»