Por Guzmán Ramos
Foto: Pata Eizmendi (gentileza del Sucau)
La elección departamental del último domingo de setiembre determinará un nuevo intendente y, por consiguiente, un nuevo equipo de trabajo para todas las áreas de gobierno, entre las que figura el carnaval.
Las encuestas dan un pronóstico muy favorable al Frente Amplio para retener el gobierno montevideano, aunque no está claro quién ocupará el sillón ejecutivo, independientemente de una balanza que, en las últimas semanas, parece comenzar a inclinarse a favor de Carolina Cosse.
La exministra de Industria y expresidenta de Antel ya mostró dos importantes cartas políticas en una reciente entrevista con el Sucau: Federico Graña y Nicolás Lasa, pertenecientes al Partido Comunista del Uruguay y al Partido Socialista, respectivamente.
Ambos secundaron a la candidata e intervinieron en la charla y el proceso que llevó a la reunión, contaron a Calle Febrero participantes de ese encuentro, de modo que es más que evidente que ambos dirigentes serán asesores directos en su eventual triunfo, o bien, gestores de áreas como el Departamento de Cultura o la Gerencia de Eventos.
EL CARNAVAL, ¿CULTURA O ECONOMÍA EN EL IMAGINARIO DE IZQUIERDA? ¿O AMBAS?
Cosse domina hoy la escena electoral, pero los politólogos prevén un final abierto y una relativa paridad entre los tres bloques que promueven las candidaturas oficialistas, de modo que la nueva administración que asuma estará desafiada a considerar, globalmente, qué proyecto elige para el área de cultura y el carnaval, siempre que se mantenga el actual organigrama, o bien, se busque un nuevo movimiento hacia otras áreas, teniendo en cuenta que hace no mucho tiempo la máxima fiesta popular dependió del Departamento de Desarrollo Económico.
Si como ha dicho el antropólogo y crítico cultural Néstor García Canclini, la cultura se define como una representación de lo material y simbólico, a partir de las prácticas de los individuos en una sociedad y tiempo histórico determinados, está claro que no podrá pensarse el carnaval sin poner sobre la mesa su pertenencia dual y simultánea como retrato y narrativa de una sensibilidad, pero también como fuente laboral.
Sobre este último punto, un reciente informe de Daecpu elaborado por las consultoras Cifra y Factum mostró que 40.000 uruguayos declararon un vínculo remunerado en la máxima fiesta popular.
Semejante indicador tiene un impacto de tal magnitud que los historiadores que investiguen el carnaval dentro de cuatro o cinco décadas deberán dejar un registro de una historia social del carnaval y la ciudad, pero también de una historia económica de ambos.
LA COYUNTURA ACTUAL: EL FRENTE AMPLIO EN LA OPOSICIÓN
Cualquier análisis sobre el futuro de la política en relación al carnaval deberá considerar el momento del país, con la Coalición Multicolor en el gobierno nacional y el Frente Amplio en la oposición.
Es decir que en la centrifugadora entran un conjunto de fuerzas desordenadas, algunas de ellas explícitas y otras filtradas por los discursos de los actores del sistema politico.
La variada ensalada se nutre de una Ley de Presupuesto que ordena recortes en áreas como la cultura y la inversión de las empresas públicas, que son indispensables en la estructura actual, cuyo impacto deberían empezar a considerar con seriedad todos los involucrados, si es que ya no lo hicieron.
Y se condimentará con el inevitable sabor amargo que dejará la pandemia en el carnaval 2021, del que todavía no conocemos ni siquiera un esbozo de plan.
De aperitivo están las discusiones sobre la visión de la cultura y el posible apoyo -o no- del gobierno al carnaval, o el debate discursivo que llevan adelante oficialismo y oposición -y sus militantes mediáticos- sobre la «tardía» apertura de los teatros en contraposición con la «rápida» habilitación de la Expo Prado.
Pero lo que se viene es mucho más que una pelea de twitter.
Desde lo estrictamente teórico, el proyecto que se necesita deberá responder a las lógicas de diseño de una política pública que asegure el acceso de la población a la cultura con todas las importantes implicaciones que ello tiene en el campo de los derechos, el bienestar y la salud.
En la práctica tendrá efectos en un sector de la cultura que, como muchos otros, sublima y contiene un imaginario donde están y estarán presentes un conjunto de demandas históricas de la izquierda.
Y esa caja de resonancia -la de un loop quinquenal del «Vamos a la plaza / para dar batalla» en la voz de varias murgas- hará que la selección de la persona y el equipo que dirijan los destinos del carnaval no sea únicamente basada en un perfil buenos administrativos y competentes servidores públicos, sino de políticos de peso.
UN PROCESO CON NUEVOS ACTORES QUE QUIEREN INTEGRAR LA MESA DE DECISIÓN
Hasta no hace mucho tiempo, la División Turismo y Recreación devenida posteriormente en Gerencia de Eventos de la IM tenía una tarea mucho más sencilla que la actual: gestionar el carnaval y las criollas.
Es cierto que ambas tareas conllevan una importante capacidad de liderazgo, pero no menos real es que, hace 20 años, los interlocutores eran otros.
En el caso particular del carnaval, el movimiento y los actores que pujan por sentarse a la mesa chica de la definición se han incrementado exponencialmente: el carnaval de las Promesas viene siendo un movimiento en ascenso, el Encuentro de Murga Joven es un espacio siete veces más grande que a principios del siglo, existe un contrato televisivo cuya empresa tiene sus pretensiones, hay una red de escenarios populares a través de la cual se financian el 47% de los contratos de los grupos, al tiempo que el movimiento del candombe representado en Audeca incorporó una nueva dimensión de participación para una de las expresiones identitarias más relevantes, con una representatividad indiscutible.
No obstante, es el Sucau el actor que irrumpió con más fuerza, desafiando el modo de gestión que lleva adelante la Intendencia y Daecpu, al punto que ha puesto en escena una nueva institucionalidad con su proyecto de Más Carnaval.
UN NUEVO EQUIPO
El triunfo de un candidato en la próxima elección interna no quiere decir que la persona elegida pertenezca a su riñón, de modo que habrá que ver cómo quedan configurados los nuevos equilibrios internos y las futuras áreas de incidencia que emerjan de las negociaciones políticas.
Es por eso que proponemos una mirada sobre posibles personalidades que puedan ocupar el cargo gubernamental más importante en relación con el carnaval, o bien, ser determinantes a la hora de elegir un equipo de gestión y sus características.
NICOLÁS LASA
Nicolás Lasa es un candidato muy firme si, como dicen las encuestas, Carolina Cosse gana la Intendencia.
Lasa es el primer candidato a edil por el Partido Socialista y una de las voces más influyentes de la nueva generación de políticos de esa colectividad.
Es psicólogo, periodista integrante del equipo de Colados al Camión y rápidamente se ha consolidado como una voz muy influyente, representando a la Intendencia en varios eventos y acciones importantes.
Conoce la institucionalidad y el posicionamiento de todos los interlocutores, por haber participado como artista.
Su impecable currículum es un fuerte punto a favor.
Sin embargo, es posible que su colectividad quiera impulsarlo en un área de mayor sensibilidad social para reforzar su perfil.
Esta claro que si Cosse es la elegida, Lasa será una opción muy evidente, como director, gerente o persona con directa influencia.
FEDERICO GRAÑA
Federico Graña fue otra personalidad política que flanqueó a Carolina Cosse en la reunión con el Sucau. Se trata de un dirigente de mucha importancia del Partido Comunista del Uruguay. En la pasada administración dirigió la importante dirección de Promoción Sociocultral del Mides, que más que un área específica de la gestión fue un laboratorio de ideas sobre los modos de vincular la cultura con instituciones para que las mismas tengan un impacto en la comunidad.
Se trata, además, de un importante militante junto a organizaciones de Derechos Humanos y Diversidad, de modo que tiene una fuerte trayectoria para estar al frente del potentísimo Departamento de Cultura.
PABLO INTHAMOUSSU
La candidatura de Álvaro Villar corre con diferente suerte en las encuestas. Sin embargo, tiene detrás de sí el poderoso respaldo del MPP del expresidente José Mujica.
Por lo tanto, un triunfo de Villar tendrá a Pablo Inthamoussu como un actor relevante en el proceso que se inicia.
Inthamoussu ocupó la trascendente dirección de Movilidad Urbana, de modo que está acostumbrado a lidiar con organizaciones relevantes.
Fue uno de los referentes e impulsores del Sucau, un dato que no pasa desapercibido.
Si gana Villar, se da por descontado que Inthamoussu ocupará la Secretaría General, un lugar ideal para respaldar una nueva gestión con alguien de su proximidad.
El MPP ha ocupado las direcciones de los Departamentos de Cultura y de Desarrollo Económico en gestiones anteriores, pero nunca la Gerencia de Eventos, que es la que maneja directamente el carnaval.
DAISY TOURNÉ
La ex diputada, senadora y ministra hoy está distanciada del Partido Socialista.
En estas elecciones departamentales busca una banca en la Junta Departamental con una lista que apoya a Martínez, con quien compartió el sector renovador de esa colectividad durante décadas.
Tourné jugó en las grandes ligas de la política, es un cuadro importante y puede ser una opción que intente recomponer las relaciones turbulentas con Daecpu. Fue letrista de carnaval, conoce al conjunto de interlocutores y su condición de mujer y feminista puede ser un punto que incremente sus posibilidades en la coyuntura actual.
JORGE FERREIRA
El actual pro secretario de Daecpu fue el articulador de una serie de reuniones entre Daecpu y los tres candidatos oficialistas, con militancia política en la izquierda desde hace muchos años. Tiene muy buena llegada con los tres comandos y con el intendente de Canelones, Yamandú Orsi, que es otra columna a desarrollarse, teniendo en cuenta el perfil metropolitano que hoy tiene el carnaval con eventos que se extienden en un cinturón urbano. Si bien hoy está con responsabilidades institucionales en la nueva administración de Daecpu, es un candidato con antecedentes en la gestión cultural y el sector privado. Puede ser una opción si la intención es zurcir los desencuentros con Daecpu.
LA ADMINISTRACIÓN ACTUAL, ¿DESCARTADA?
El actual gerente de Eventos, Gerardo Reyes, es una figura cercana a Martínez, pero integra formalmente el Partido Socialista, que apoya la candidatura de Cosse. Recientemente realizó declaraciones fuertes contra Daecpu por temas presupuestales y por la idea de la gremial de directores de llevar el Concurso al Estadio Centenario. Como referente de la actual administración no ha formulado propuestas sobre cómo será el próximo carnaval, pero puede ser una buena opción para gestionar una transición, en circunstancias excepcionales como las que impone la pandemia, donde habrá que tomar definiciones sin mucho margen de tiempo para grandes consultas. Dijo que tiene intenciones de permanecer en el cargo.
La misma lectura aplica para el actual director de Cultura, Ramiro Pallares, dirigente de el grupo El Abrazo, que impulsa las tres candidaturas.