Gustavo Oviedo, el último gran jefe de cuerda de Palermo -uno de los tres toques madres del candombe- falleció en Montevideo el pasado sábado 29 de mayo, informaron sus familiares a Calle Febrero.
Gustavo había cumplido 69 años el pasado 15 de mayo. Celebró ese aniversario enfermo de Covid, cuyas secuelas determinaron finalmente su deceso.
Su nombre era uno de los más importantes en el mundo del candombe, por haber dirigido la emblemática cuerda de Ansina, que tocaba en su barrio junto a grandes referentes de épocas pasadas, en especial en los días feriados.
Como jefe de cuerda fue uno de los responsables del sonido acelerado y vigoroso del sonido de ese barrio, que contrasta con la dulzura del toque del Barrio Sur y con la velocidad de la ejecución del Cordón, que son los otros dos toques madre del género.
Gustavo integró las cuerdad de Esclavos del Nyanza en la etapa de finales de los años setentas.
Comandó y ganó primeros premios con la poderosa comaprsa Marabunta, en los años ochentas.
También, con Concierto Lubolo, obtuvo la máxima distinción del Concurso Oficial de 1990.
Entrada esa década, co dirigió la agrupación Sinfonía de Ansina.