El nuevo grupo trabaja para la próxima prueba de admisión, con un estilo intermedio entre las propuestas más renovadoras de murga joven y el formato más clásico. Su arreglador es Camilo Routin (foto) y «Pinocho», su padre, aportará su sello en presentación y despedida.
El ADN murguero de dos generaciones la familia Routin estará presente en la próxima prueba de admisión con La hermana de la coneja, un título debutante que buscará su lugar en el próximo carnaval.
Para esa instancia ya trabajan Camilo y Pinocho en la composición de los textos de presentación y despedida, así como en la selección musical del repertorio.
Pero el grupo creativo va más allá del reconocido murguista que fichó en Don Timoteo y su hijo: en la elaboración del libreto también están Martín Mocoroa, Martín Davison y Felipe Fernández.
«Arrancamos el año pensando en anotar un título para salir más adelante, pero nos enteramos que para inscribirlo era necesario dar la prueba de admisión», contó Camilo. Añadió que esa condición precipitó los tiempos y determinó la salida de La hermana de la coneja, de cara al 2017.
La juventud será una de las señales de identidad de la murga que a fines de mayo ya lleva cuatro ensayos y a la que aún le resta completar su plantilla.
Es que casi la totalidad de componentes tiene experiencia en el Encuentro de Murga Joven (EMJ), aunque algunos de ellos no estaban participando, al menos en las últimas temporadas, añadió el director.
Otro de los tópicos que suelen definir el estilo de una murga son los cuplés, ya que a través de ellos es posible volcar la balanza que separa lo clásico de lo tradicional.
En el caso de La hermana de la coneja esos momentos aún no están escritos, aunque la línea que recorrerán está delineada, al menos en la cabeza de sus creativos.
«La idea es un camino que no sea tan de murga joven ni tampoco clásico», expresó Camilo, señalando así la apuesta por un camino intermedio entre los dos polos aparentemente antagónicos de las propuestas murgueras actuales.
Foto: Facebook de Camilo Routin