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Nietos de Carlos Modernell tributaron homenaje póstumo a su abuelo, en un emocionante cuplé de la murga Los Pepinitos

El Dios Verde, histórico letrista de varias de las principales murgas del caraval uruguayo -fallecido recientemente- recibió el homenaje de sus nietos Martín, Mateo y Agustín, que hizo emocionar a la platea. Fue uno de los momentos más vibrantes de la temporada 2018 del Carnaval de las Promesas.

Por Gonzalo Botta y Guzmán Ramos

La murga Los Pepinitos abrió la etapa del día de ayer en el Teatro de Verano «Ramón Collazo», realizando un cuplé dedicado a los abuelos, con un broche final a cargo de los nietos de Carlos Modernell, que se constituyó en uno de los más vibrantes y aplaudidos del año.
En un momento del repertorio la murga de Fernando Demestoy y Federico Picos le rindió homenaje a los abuelos, dedicándole un cuplé, donde los protagonistas relatan un sinfín de situaciones donde los mismos sirven como salvavidas de los más pequeños.
Con un final vibrante, Martín, Mateo y Agustín, nietos del Dios Verde, realizan un recitado en homenaje al gran libretista de la historia murguera.
Cuando llegó la propuesta de hacer el recitado final los hermanos Modernell sintieron «una alegría tremenda».
Martín, el menor, dijo a Calle Febrero sentirse «orgulloso» de lo hecho por su abuelo.
Agregó que fue «hermoso homenajearlo en Los Pepinitos», la murga en la cual Carlos y sus hijos dijeron presente colaborando en más de una ocasión.
El momento previo al recitado «se vivió de forma tranquila debido a las ganas que teníamos de homenajearlo», puntualizó.
Luego de que los tres hermanos hicieran el recitado, Martín no logró «aguantar el llanto hasta el pedregullo».
Los Pepinitos abrieron una noche la cual no fue una más para la familia Modernell.
«Fueron increíbles los sentimientos y las emociones que viví ahí», afirmó el joven.

MODERNELL, PÓSTUMO
Modernell, conocido como “El Dios Verde”, nació el 16 de febrero de 1931 en Montevideo.
Debutó en Los Criollos en 1948, aunque su popularidad comenzó a crecer con los libretos de Los Farabutes Cantores, a principios de la década del cincuenta.
En esos años, sus versos se repartían entre varios grupos de payadores y mascaradas, muchas fuera de concurso.
También escribió para las principales murgas del país: La Milonga Nacional, La Nueva Milonga, Saltimbanquis, Los Nuevos Saltimbanquis, Patos Cabreros, Las Lechuzonas, Las Cuarenta, Don Timoteo, La Nueva Ola, Amantes al Engrudo, Los Geriátricos, La Línea Maginot, Curtidores de Hongos y Colombina Che, según el archivo de Calle Febrero.
En 1963 escribió para siete conjuntos de las cinco categorías, obteniendo dos primeros premios, dos segundos y un tercero.
En 1968 inmortalizó en La Milonga Nacional la frase que resume al principal género del carnaval uruguayo: “Murga es el imán fraterno, que al pueblo atrae y lo hechiza”.
Su época de mayor esplendor fue de 1976 a 1983, en Curtidores de Hongos y La Milonga Nacional, de la que es su máximo referente histórico.
Con la primera ganó el primer premio de 1976, como letrista, director y componente.
Con la murga de Dalton Rosas Riolfo estuvo de 1978 a 1983 -entre otros períodos- y ganó los premios de 1980 y 1982.
En la radiofonía uruguaya realizó varios personajes, entre ellos El Gauchito del Talud y El Gauchito de la Ruta, sobre fútbol y ciclismo, así como varios otros humorísticos durante más de tres décadas.