Por Agustín Romaniello
Foto: Jimena del Río Ocampo
El Museo del Carnaval ofrece distintas actividades a lo largo de todo el año. Además de sus visitas guiadas, funciona una parte educativa donde se le brindan talleres a niños y jóvenes. Dentro de esa oferta, docentes de distintas instituciones programan visitas a la institución, donde un taller le propone representar escenas de temas que se desarrollan en la actividad curricular.
Calle Febrero dialogó con Martín «Pollo» Perrone, actor y docente, además de murguista y parodista, quien está a cargo del Taller de Parodia, una de las innovaciones que se sumaron este 2019 a los ya existentes talleres de murga, candombe y baile de revista.
– ¿Cómo surge la iniciativa de realizar este «Taller de Parodia»?
– Surge de parte del Museo del Carnaval. Ellos ya tenían varios talleres como el de murga, candombe, baile de revistas y les faltaba la pata de la actuación. Se me propuso la idea, me dieron la chance y así fue que armamos la dinámica.
– ¿Como es la forma de trabajo?
– Los talleres se agendan a través del 2916 5493. En nuestro taller trabajamos con escuelas y liceos. Las maestras o profesores luego de agendarse nos cuentan qué tema quieren tratar. Generalmente son temas que ya vienen trabajando a nivel curricular. A partir de eso, les armo dos o tres escenas para poder usar la parodia como método docente y aprender algo que ya vienen estudiando de una forma distinta.
Muchos de nosotros cuando éramos niños o adolescentes nos interesábamos en un tema o íbamos a mirar una película porque habíamos visto una parodia en carnaval y nos despertaba ese interés por seguir estudiando el tema.
– ¿Cómo les definis lo que es una parodia desde tu experiencia?
– Los chicos miran mucho YouTube, ellos lo tienen claro. No tanto el concepto que manejamos en carnaval, sino más bien ellos entienden a la parodia como el hecho de cambiarle la letra original a una canción.
De mi parte, les explico que una parodia es una versión con humor de un hecho histórico, un libro o una película. El humor debe estar presente, sino es una versión del hecho y no una parodia. A partir de la base que ellos ya tienen del tema elegido, buscamos el humor y trabajamos la puesta en escena. Los más chicos disfrutan mucho el hecho de disfrazarse por ejemplo.
– ¿El texto también se trabaja en conjunto?
– No. Luego de saber el tema a tratar, les llevo armado el texto con dos o tres escenas.
– ¿Hay una instancia evaluatoria luego de terminado el taller?
– Todos los talleres tienen un marco evaluatorio general. Nuestro taller termina con una visita guiada y muchas veces en esa instancia se da un intercambio natural con los docentes. Ellos me dicen si el taller sirvió para que puedan seguir trabajando el tema en clase. Los textos se los dejo por si quieren seguir usándolos.
Los chicos se van entusiasmados porque aprenden algo que ya estudiaron pero dentro de un ámbito y de una forma diferente a la tradicional.