Por Cristian Panzardo y Guzmán Ramos
El primer premio del carnaval 2019, las giras al exterior y el punto más alto de popularidad en su recorrido -que recién supera una década- son los condimentos principales del espectáculo «El Puerto de la Memoria», el cóctel de fantasía y realidad con el que La Trasncohada se prepara en el club Capitol para defender el primer premio obtenido el último carnaval.
La murga mantendrá la identidad de sus últimos carnavales, pero con un cambio importante: el regreso de Martín Souza a la dirección escénica, en reemplazo de Facundo Marega, quien será padre en breve.
Como ha sido característico, La Trasnochada propondrá una idea abstracta e imaginativa por la que transitarán diecisiete personajes de ficción decididos a anclarse en la cultura y realidad uruguayas.
El desarrollo del relato será «desplegando, en su justa medida, una serie de momentos poéticos, otros de mayor elaboración, apuesta por la diversión y pasajes más simples y mundanos», dice en entrevista con Calle Febrero su co director artístico y letrista, Maximiliano Orta, quien agrega que el grupo ya tiene prontos dos tercios de la propuesta, al tiempo que los restantes «están siendo sacados a ritmo rápido».
La presentación será el único bloque que tendrá una estética distinta a la del resto del espectáculo, adelanta Maxi.
Allí apostarán por un lenguaje de recuerdo a los tablados de barrio, con el típico lenguaje nostálgico que ha caracterizado a un grupo que, pese a su juventud, siempre se las ha ingeniado para escabullirse por los laberintos del tiempo.
Pero la nostalgia dará paso al presente cuando una tormenta comience a presentar la geografía y los personajes que nutrirán los intermedios de la idea que da nombre al show.
Es así que aparecerán los «Guardianes de la Memoria», que serán los encargados de hilvanar los primeros disparos de la murga, dando pie al primer cuplé, que abordará «la temática de la educación y la recuperación de sus bases», cuenta su letrista, adelantando que dicha historia transcurrirá en un pueblo.
Inmediatamente, llegará uno de los momentos pensados para la emoción, cuando la murga proponga un sutil homenaje a Jorge «Cocina» Márquez, histórico director y murguista fallecido meses atrás, quien además de un ícono del género fue tío de Maximiliano.
«Le pedimos a Cocina que nos mande inspiración, desde donde esté, con su música, para que nosotros podamos poner la crítica», añade el artista, mencionando que el desaparecido ídolo de varias generaciones mantuvo una relación muy estrecha con el grupo de La Trasnochada, de la que se había hecho muy cercano.
«A Cocina le costaba salir de su rol de veterano murguista por todo lo que fue, pero acá venía y se sentía muy cómodo y querido», puntualizó Maximiliano, anticipando el homenaje.
El siguiente salto tendrá que ver con el humor.
Será con el cuplé «La Isla de los Olvidados», donde la murga ganadora irá a rescatar a una serie de personajes que tuvieron su momento de fama «pero a los que luego se tragó la tierra», explica el artista.
Además de la caricatura, La Trasnochada recreará a dichos «olvidados» utilizando las músicas de aquellos éxitos transitorios.
El cuplé final, en tanto, será el que desarrolle el concepto central del espectáculo.
Se denomina «Los Días sin Memoria» y «tratará sobre un hombre que pierde la memoria y queda vacío», cuenta Maximiliano, mencionando que, en dicho pasaje, jugado a la reflexión, también habrá espacio para «interpelar a los murguistas»:
Finalmente, la despedida dará otro giro de espiral al espectáculo.
El argumento girará sobre «cómo queremos ser recordados los murguistas», dispara el letrista de La Trasnochada.
Tendrá un toque intimista y recogerá el sentir de cada uno de los componentes, realizado a partir de una serie de cartas escritas por cada uno de los componentes.
Dicha dinámica, propuesta por la co autora de la puesta en escena, Martína Ferreiría, dio los principales insumos sobre la visión de cada integrante sobre cómo imaginan su legado, aunque inicialmente fue considerada como uno de los tantos ejercicios preparatorios.
«Lo tomamos muy en serio porque vimos que se decían cosas muy interesantes cuando cada carta, anónima, fue leída al grupo», finalizó el principal referente de la última murga ganadora.