En tiempos de hashtag, likes y abrazos intangibles, #QEPD suele ser un deseo virtual bastante utilizado
Pero en este caso no sirve.
Atilio, Macu para todas y todos, no va a descansar en paz.
Y es que así nunca quiso estar.
Entre poesía, periodismo y creatividad, siempre vivió con intensidad.
En la complicada década de los setentas, en el 84 cuando fue a buscar a su entrañable amigo Alfredo a Buenos Aires, en los pasillos de la radio o en la Facultad con su tardío y merecido grado.
Durante todos estos años nos alegró o nos atomizó, según nuestro estado de ánimo.
Hoy, el recuerdo nos dice que el problema éramos nosotros, que de a ratos no sabíamos entender su intenso positivismo o sus tan justas como exageradas indignaciones.
Él siempre estaba igual, feliz.
Con su Peñarol, sus anécdotas zitarroseanas y su amada cultura del sur de Brasil.
Un compañero dijo hoy que las próximas generaciones van a creer que nuestra memoria exagera al personaje.
Pero no. Macu era así, cómo definía a “Otro Rollo”, su último programa de radio: paracultural y cabezón.
El equipo de comunicadores despide al poeta, escritor y docente Atilio Pérez da Cunha, Macunaíma, compañero de Emisora del Sur y referente de la cultura uruguaya. Texto: Juan Core.