Por Facundo de León
Foto: Leticia Bonilla
Curtidores de Hongos cerró la décima etapa – que se había suspendido el 9 de febrero por la postergación del Desfile de Llamadas debido a las inclemencias climáticas – con su espectáculo «Tóxico» que integra varios pasajes sumamente interesantes y con un plantel conformado por una mixtura entre jóvenes y experientes murguistas que se complementan de excelente manera arriba del escenario.
Rodrigo Guillenea junto a Gonzalo Palau son los responsables de la dirección artística del conjunto. Luego de su primer pasaje por el Teatro de Verano, Calle Febrero conversó con Guillenea para entender en profundidad la construcción creativa, las responsabilidades que exige trabajar para un título de tal calibre y la metodología aplicada para que personas de gran trayectoria en el género confíen en las propuestas que piensan con Palau.
– ¿Qué sensaciones provoca formar parte y tener un rol tan preponderante en una murga como Curtidores de Hongos?
Felicidad. Es un rol que ocupamos junto a Gonzalo Palau en la parte de las letras, la dirección artística, la puesta en escena y hasta las puntas, que siempre las escribió «Tiburón» Martínez. Así que es una responsabilidad linda, ya sea desde la parte creativa, hasta la interpretación de los personajes que me puedan tocar desarrollar.
– ¿Cómo hacen para seducir a las figuras con las cuales les ha tocado trabajar?
Todo se basa en trabajo y resultados, en definitiva, es como el fútbol, el básquetbol o cualquier deporte. Todo se basa en resultados. El año pasado nos tocó la posibilidad de pensar y ejecutar la puesta en escena y nos fue muy bien porque fuimos mencionados y ganadores como la mejor de la categoría. Esas cosas articulan y dan confianza para saber que lo que estás haciendo está bueno y también para que los compañeros que ya confiaban en nosotros sigan apostando a nuestro trabajo.
– Siguiendo en esta línea y sobre los resultados. Desde el puntapié inicial o la idea más reducida que se ocurre en pro de la gestación de un espectáculo ¿Cuán pendiente están de los requisitos o de los parámetros que el concurso exige?
– Hay que manejarlo. El carnaval no es crear un espectáculo que sea solo para el concurso y tampoco solo para el tablado. Tenemos que encontrar esa mixtura de lo que le guste a la gente en general y después también lo que exige el concurso que obviamente es la crítica, la sátira en general, y el humor que hoy en día es lo que te lleva a tener ese ida y vuelta.
– ¿A la hora de pensar los espectáculos se evalúa los de años anteriores intentando buscar fórmulas que hayan sido funcionales en la comunicación con el público para volver a encontrar imágenes e interacciones similares o se piensan espectáculos de acuerdo al plantel que integre el conjunto en ese año?
– Un poco y un poco, pero por sobre todas las cosas se trata de buscar la identidad de la murga y que el espectáculo tenga una coherencia. Buscamos encontrar un perfil más humanista, más social, donde la gente se sienta identificada con lo que hace Curtidores por conceptos que se puedan visualizar en el barrio tales como «Toxico» o «Miserias» – este último fue el nombre del espectáculo de 2018-. Esto es lo que nos queda mas cómodo a nosotros por el perfil que tiene la murga -quizás si estuviésemos en otra capaz buscábamos otra cosa- y después si tenés una figura como Diego Bello este año buscamos una cosa en particular para él.
– ¿Escribir para Curtidores de Hongos exige un perfil de redacción particular?
Si, en realidad escribir para Curtidores exige. Exige porque es una de las murgas históricas y siempre en el tiempo puede tener sus vaivenes, sus bajones, peores o mejores años, pero nosotros estamos tratando de instalar a Curtidores en ese sitio de privilegio que hacía tiempo no estaba y de a poco creemos que lo estamos logrando.
– Entre todos los mensajes que el colectivo intenta dejar en su espectáculo se identifica una reflexión sobre las posturas que en ocasiones nos describen y no hacen más que alejarnos de la construcción social con visión al futuro. Este tipo de conceptos vienen siendo trabajado por los conjuntos en este Carnaval ¿Es la intolerancia el aspecto mas tóxico que describe la sociedad actual?
Si, sin duda, es una de las tantas cuestiones que nombramos en el espectáculo. La intolerancia, la discriminación, el individualismo exacerbado y olvidarse del resto.
– En esta era de las redes sociales donde vivimos en un mundo cargado de sobreinformación ¿Hay un lugar para suponer que estamos intoxicados y limitados en nuestra capacidad de reflexión y pensamiento?
Totalmente, las redes sociales son una de las cosas mas tóxicas con las que convivimos. No quisimos hacer nada en particular sobre ellas porque es un tema que se viene abordando en los últimos años en carnaval y es algo que está un poco trillado. Pero si, las redes sociales son tóxicas en general, desde esto que comentas vos hasta de la impunidad para decir cosas que existe bajo una cuenta anónima.
– Dentro de Carnaval, ¿qué es lo mas tóxico?
El concurso. El concurso termina siendo tóxico porque si bien es algo que se disfruta también es algo que está todo el tiempo latente y a veces uno deja de disfrutar o poniéndose sumamente nervioso por cuestiones que le exceden, pero las exige el concurso. A veces nos olvidamos que el Carnaval va por otro lado como transitar los tablados, el cariño de la gente y el concurso es una yapa.