Los Patos Cabreros pasaron por el Teatro de Verano con el espectáculo “El Tobogán de la Vida”, con los libretos de Eduardo Rigaud y los arreglos corales de Rafael Antognazza.
La propuesta va mostrando en sus cuplés sátiras y reflexiones alusivas a las distintas etapas de la vida, con intermedios humorísticos a cargo de Diego Bello, quien regresó este año a la categoría que lo posicionó como uno de los máximos referentes.
El tobogán es la imagen utilizada para ir invitando a lanzarse a la aventura de cada momento, cuyo final indica que hasta en las etapas finales de la vida es posible enfrentarse a lo nuevo y desconocido.
También despliega una batería de crítica de actualidad, más un cuplé sobre los cincuentones, que apuesta al humor, y otro sobre el proctólogo, actuado por Claudio Rojo, con su habitual estilo picaresco.
En la nota final de Calle Febrero, Eduardo Rigaud dijo que el espectáculo llegó con un muy buen rendimiento previo en los tablados, aunque criticó el sonido con el que actuó la murga, una circunstancia que fue ampliamente comentada por varios espectadores, asociando ese hecho con el rendimiento general de la propuesta.
“No sentí el sonido parejo”, dijo Eduardo, tras añadir que esperará a escuchar el registro sonoro para profundizar en el asunto.
“No sé cómo salió hacia arriba (platea alta); pero por momentos pensé que estaba escuchando los retornos.
El artista, autor de una retirada nostálgica, que evoca a 18 de Julio, dijo que la murga de Pepino tiene una amplia posibilidad estilística, a partir de la combinación de lenguajes de antaño con otros más nuevos, tanto a través de los libretos como de la música. Añadió que independientemente de los temas técnicos puntuales, está confiado en la propuesta y el camino elegido en esta temporada.
Eduardo contó que la bajada del 2017 revive la música del repertorio de 1946, a la que le cambiaron la letra. “Está bueno y es saludable volver (al pasado) sostuvo el autor de los libretos de Los Patos Cabreros, tras comentar que la actuación lo dejó satisfecho, pero a cuenta de una nueva presentación donde la murga encuentre un nuevo
Los Patos Cabreros tienen una amplia posibilidad de estilos, sostiene Eduardo Rigaud
