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Nacho Alonso: «Este espectáculo nos permitió llegar a otra gente y abrir el espectro»

Uno de los retornos aguardados con mayor expectativa por parte del público en la fiesta de momo. Después de cuatro carnavales estando ausente desde su última aparición en 2012, la murga que comenzara a transitar su recorrido allá por 1998, en un taller del TUMP brindado por Edú “Pitufo” Lombardo, se instaló nuevamente en la escena carnavalera planteando un espectáculo en el que el decir toma la posta. La idea de la propuesta es sacar a relucir una foto de la sociedad actual, y la diversidad de opiniones que en ella conviven frente a distintos temas. A modo ilustrativo, el conjunto gestado dentro de la órbita de la movida joven, no se encierra en una determinada idea o mensaje para el entendimiento de su espectáculo, si no que abre un abanico de posibilidades que quedan merodeando en la cabeza del espectador. Ignacio Alonso, redoblante, y uno de los letristas del conjunto, se refirió tanto al proceso de trabajo que inició a mediados de 2016, como a la participación del conjunto en la Primera Rueda del Concurso Oficial el pasado lunes, entre otros temas.

Por Nicolás Oroño Rodríguez

¿CÓMO SE VIVIÓ EL PROCESO DE CARA A UNA NUEVA PRUEBA DE ADMISIÓN DESPUÉS DE ALGUNOS AÑOS?

“El proceso por un lado estuvo bueno, y por otro lado fue difícil porque tratamos de no cargarnos de horarios con los ensayos. Algunos estábamos en “Pocas Nueces”, y era un trabajo diario. Eso hizo que faltáramos a muchos ensayos, y para escribir fue todo bastante lento. Arrancamos cantando tres, o cuatro cosas, que no fueron al final, y terminamos el bloque de la prueba faltando una semana para la actuación. Hicimos pila de talleres, generando contenido para el espectáculo, y eso unió al grupo. La respuesta en la prueba de admisión fue mucho más de lo que esperábamos. Nunca sabés qué es lo que puede pasar, porque no hay mucho público que te vaya a ver a los ensayos previos. En el espectáculo que presentamos en la prueba tuvimos un bache que casi nos paralizamos todos, y zafamos. En un momento dado, uno de los compañeros tiró una encuesta que no iba, entonces la pregunta que yo tenía que tirar después, quedó trunca, y el compañero que remataba la encuesta que se había tirado mal, no entró nunca. Esos segundos fueron eternos. Cuando lo comentamos, más de una persona pensó que no era un error; “Esto es bien mojigatezco”, decían (risas)”.

¿CÓMO SE HACE PARA NO REPETIRSE A LA HORA DE ESCRIBIR, TENIENDO EN CUENTA EL TRABAJO QUE ALGUNOS DE LOS INTEGRANTES LLEVABAN A CABO DIARIAMENTE EN “POCAS NUECES”?

“Las ideas son las que están en la vuelta, el tema es cómo las abordás. Hubo cosas que si no hubiese estado “Pocas Nueces”, hubiesen ido para La Mojigata. Hubo mucha discusión y momentos tensos, como en cualquier proceso colectivo. Por momentos se hizo difícil, porque cada uno quiere dar lo mejor, y hay que negociar con los compañeros. Los últimos días fueron bastante caóticos de cara a carnaval, porque algunas cosas llegaron apelotonadas. Hasta la  parte de “La Educación” está como bastante pulido todo, y de ahí para adelante hay menos revisada de letra. La retirada no tuvo mucho retoque porque llegó bien sobre la hora. Por lo general escribimos la idea con una música. Este año, la canción que usamos en la presentación, es de Facundo, y el estribillo también: “Este año el pueblo despertó…”. La llegamos a ensayar en el 2005, y nunca fue. A partir de esa canción se empezó a hilvanar la idea del espectáculo con las encuestas”.

LA FIESTA Y LOS TIEMPOS

“Con el desfile me pasa que hay una parte que me gusta, y otra que no. Porque estás ensayando cinco meses, armando un espectáculo de carnaval, y el último día, cuando ya lo tenés pronto, con unas ganas bárbaras de mostrarlo; hay un desfile. Cortás todo ese proceso, y ese día no tenés ninguna actuación. Estaría bueno que los desfiles terminaran con actuaciones. Que vos desfiles un poquito, y en determinada esquina hagas un escenario. Ningún grupo se prepara para un desfile. En los países en los que el carnaval es más de desfile, los conjuntos ensayan esas instancias. Así y todo está bueno porque llegás a la Plaza Independencia, te encontrás con tus amigos, la gente que te va a ver, etc. Lo malo es que cada vez hay menos interacción con la gente, por el tema de las vallas. Los tablados estuvieron bastante bien. Solo el primer velódromo estuvo más complicado, porque fue a primera hora, y había cosas que teníamos muy verdes aún. Pero con el rodaje todos los tablados han estado divinos. Hicimos cosas que después sacamos para el Teatro de Verano. En un momento pensamos en acortar la retirada, porque era lo que estaba menos ensayado, y estábamos pasados de tiempo, pero luego resolvimos sacar una canción final sobre los valores”.

¿QUÉ SIGNIFICÓ PARA USTEDES EL FOLKLORE DE VOLVER A CONCURSAR EN EL TEATRO DE VERANO?

“Fue emocionante. Más allá del concurso que para mí está mal hecho en muchos aspectos, el lugar está buenísimo y tiene esa mística inexplicable. Durante todo el día estuvimos rodeados de amigos y allegados. Lllegué re tranquilo al club, y después empezaron a venir los nervios, porque había mucha expectativa, y si no la colmás es una cagada. Más allá de todo eso el ambiente estuvo muy tranquilo en lo previo a la actuación. Se arrimó gente que siempre la vimos estando en La Mojigata, y que hacía cinco años que no la veíamos. Hay un montón de gente alrededor de la murga, que siempre está. Fue como un gran cumpleaños  porque hay personas que te saludan, te vienen a ver, y juntás a los familiares de todos lados (risas). En cuanto a la actuación, lo hablamos después con los gurises, y hace pila que no vivíamos una instancia así con tanto disfrute. Fue como que estábamos en un ensayo, y varios compañeros me dijeron lo mismo. Con esa distensión y desprolijidad bien entendida. No pesó la expectativa tampoco. Antes de los primeros aplausos, la murga estaba colocadísima. Antes de subir al escenario, algunos compañeros pedían preguntas en la platea. El método es que se le dan las preguntas a Fede que las reúne, y las pasa en limpio para utilizarlas en la despedida”.

LOS COMENTARIOS

“El espectáculo nos permitió llegar a otro público, y ampliar un poco el espectro. Hay temas que son complejos, y se logró que llegaran a la gente. Recibimos comentarios de un montón de gente, y vos te das cuenta cuando la persona te elogia solo por darte para adelante, y cuando te elogia poniéndose detallista en lo que te dice; ahí te das cuenta que realmente le gustó. Al bajar nunca pregunto cómo estuvo. Te saludo, y si me decís algo bien, y si no también”.

¿CON QUÉ SE VA A ENCONTRAR LA GENTE QUE NO VIO AÚN A LA MOJIGATA?

“La gente se encuentra con una murga que está haciendo encuestas en la platea, porque considera que es la voz del pueblo, y de esas preguntas se van desprendiendo las diferentes partes del espectáculo. El enfrentamiento entre lo público y lo privado, la pérdida de valores, la ideología y la gestión, etc. Siempre hay puntos opuestos pero que también son complementarios. Tomamos un poco para la broma a la necesidad de los medios de comunicación de confrontar dos cosas para que la gente opine. Se trata de que cada uno saque su propia conclusión, sin transmitir un mensaje final”.