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Los tablados populares y comerciales sacan cuentas: piden reducción tarifaria y son optimistas con el 50% del aforo, aunque la última palabra la tendrá el Poder Ejecutivo

Los directores de tablados públicos y privados son optimistas con apertura de los escenarios en 2021, siempre y cuando el Poder Ejecutivo apruebe los protocolos con un tope del 50% del aforo, relataron a Calle Febrero participantes del segundo encuentro de organización, que contó también con la participación de las delegaciones de la Intendencia de Montevideo y Daecpu.
Al día de hoy, la capacidad máxima admitida es del 30% para teatros y recitales, aunque de cara a febrero se entremezclan buenas y malas noticias: las positivas hablan de cierta razonabilidad en el posible aumento del aforo por tratarse de espectáculos al aire libre, mientras que las negativas se reflejan en un aumento de casos positivos de Covid, por más que el Ministerio de Salud Pública habla de que la situación está bajo control en todo el territorio.
Es la primera vez en el año que las tres partes se sientan a la misma mesa a discutir aspectos organizativos.
El encuentro -considerado central por todos los involucrados- dejó plasmado, de modo cuasi oficial, la propuesta de reducción tarifaria del 20% a las agrupaciones, pedido que ahora deberá responder la gremial de directores, Daecpu, una vez que proceda a la comunicación a sus asociados.
Se espera que en el correr de la semana próxima la gremial de directores dé su punto de vista al respecto.
La reunión tuvo momentos álgidos, pero las fuentes consultadas por Calle Febrero transmitieron optimismo de que es posible encontrar una fórmula que permita abrir las puertas y poner en marcha el engranaje económico que sustenta al carnaval.
Aunque no hubo anuncios oficiales, hubo consenso en que nada será posible con menos de la mitad de la capacidad.
Uno de los puntos de mayor tensión fue la propuesta de eliminar los fuera de concurso, surgida de los escenarios populares, que es vista como favorable por la Intendencia de Montevideo, pero rechazada por Daecpu.
El gerente de Eventos, Gerardo Reyes, dijo en una reciente entrevista con Calle Febrero que se trata de una «discusión necesaria» y que «habrá que escuchar la opinión de los vecinos», expresó en alusión a las asociaciones civiles barriales que gestionan los tablados.
Daecpu, que se espera que formalice una negativa sobre este punto la semana próxima, entiende allí existen entre 40 y 50 fuentes laborales que no se pueden borrar de un plumazo.
A favor de la postura de Daecpu juega el hecho de que, hasta ahora, nadie había puesto objeciones a la participación de dichos grupos.
También, el hecho de que dichos colectivos tienen una tarifa sensiblemente menor al 50%, en comparación con los demás participantes de la máxima fiesta popular.
Quiere decir que si un tablado popular elige un cuarto conjunto entre los fuera de concurso deberá destinar entre 50 y 116 entradas para cubrir dicha erogación, dependiendo del grupo que se trate, una cifra que está lejos del mínimo aforo que se les imponga.
Los escenarios populares, por su parte, podrán argumentar que las limitaciones en la venta de entradas representarán una reducción en las utilidades que les deja la temporada, ganancias que, por disposiciones vigentes desde 1997, deben ser volcadas a la comunidad.
Pero el asunto de los fuera de concurso encierra una ecuación puramente matemática: los populares cuentan con un subsidio para contratar tres agrupaciones por noche y pretenden que las mismas sean exclusivamente de agrupaciones concursantes.