Montevideo callefebrerodelsur@gmail.com 092 021 357 Emisora del Sur

Carla Latorre: «Desmotiva matarte ensayando un espectáculo de revistas para mostrarlo pocas veces»

Por Nicolás Oroño Rodríguez

Que el escenario sea el lugar que te ofrece mayor comodidad desde tus primeros años, es una gran señal. Más aún cuando la timidez era tu rasgo característico. La experiencia de expresarse libremente a través del arte fue llevando a la entrevistada a transitar un camino que la enamora, sintiéndose feliz al recorrerlo. Una larga e intensa trayectoria como bailarina le ha abierto las puertas para desarrollarse desde otros roles como el de coreógrafa, por ejemplo. Carla Latorre reconoce que el Carnaval la ha hecho “madurar” mucho, y le ha regalado la oportunidad de trabajar con colegas que siempre le han dejado “algo positivo”. Esta entrevista recorre el periplo carnavalero de una de las mejores bailarinas de nuestra máxima fiesta popular, galardonada con numerosos premios y reconocimientos.

¿CUÁLES SON TUS PRIMEROS RECUERDOS CARNAVALEROS?

“Yo soy de Punta Carretas, y de chiquita me llevaban al tablado del Defensor Sporting y también al del club Tabaré que era súper lindo. Esos fueron mis comienzos como espectadora. Pese a que vivía cerca del Teatro de Verano, nunca me habían llevado, por lo que de niña no tenía idea que existía un concurso, si no que pensaba que el carnaval se vivía solamente en los tablados (risas). Recuerdo distintas actuaciones de conjuntos de humoristas como La Escuelita del Crimen y Los Buby’s, y de parodistas como Los Gaby’s. A las revistas todavía no las miraba, sino que lo que más llamaba mi atención eran las murgas y los parodistas”.

¿SIEMPRE SUPISTE QUE QUERÍAS SER BAILARINA?

“Sí. Ya a los 8 o 9 años mostraba interés por todo lo que era el deporte. Me gustaban todos. Después hacía patín, gimnasia artística, etc. En la escuela a la que iba recibíamos clases de danza, y siempre me metía a bailar todos los ritmos. Mi maestro de escuela le comentó a mi madre por qué no me mandaba a estudiar baile, porque él veía que cuando bailaba estaba más liberada y no sentía tanta vergüenza como si sentía al momento de hablar, por ejemplo. Mi madre accedió a la propuesta de mi maestro, pro le dijo que no tenía idea de a dónde me podía mandar. Entonces mi propio maestro hizo la gestión y le averiguó a mi mamá que existía la Escuela Nacional de Danza. Teniendo 11 años me llevaron ahí, me tomaron la prueba y quedé. Enseguida me puse a estudiar ballet”.

¿TENÍAS ALGUNA REFERENTE DENTRO DEL BAILE?

“En ese momento no tenía ninguna referente como bailarina. Era más machona y me gustaba mucho jugar con los varones, entonces nunca tuve esa inquietud por mirar a otras bailarinas y tener a a alguna como referente.   Mi gran maestra fue Margaret Graham que era la directora de la Escuela Nacional de Danza. Ella me hizo entrar en razón y darme cuenta de que lo que estaba haciendo tenía que tomármelo en serio. Porque hasta ese momento me tomaba todo como un chiste. Ella me dejó claro que ir a la escuela era ir a estudiar y no a jugar. Por suerte reunía las condiciones como para aprender a bailar, y siempre recibì el apoyo de mi familia”.

EXPERIENCIAS PREVIAS Y DEBUT EN CARNAVAL

“Bailaba en el grupo de la Escuela Nacional. Presentábamos distintas obras como El Cascanueces o Sueño de una Noche de Verano. Esas fueron mis primeras actuaciones. Luego empecé a participar bailando en una comparsa de mi barrio que se llamaba Los Chin Chin. Estaba integrada por un montón de gente con la que me había criado. Al principio solamente los seguía junto con mi hija cuando desfilaban semanalmente por el barrio. Hasta que un día me invitaron a salir bailando con ellos. En ese momento les dije que no sabía bailar candombe, pero me dijeron “¡No importa, aprendés con las otras bailarinas!”. Mi primer experiencia carnavalera con Los Chin Chin fue haber participado del Desfile de Llamadas. Después la comparsa se preparó para empezar a participar del Concurso Oficial y me encantó vivir esa experiencia. Anteriormente me habían llamado para una revista y había dicho que no. Al participar de ese primer carnaval con Los Chin Chin quedé fascinada con lo que era la respuesta del público de diferentes barrios en los tablados. Ni que hablar que cuando pisé por primera vez el escenario del Teatro de Verano quedé deslumbradísima. Tenía muchos nervios y era todo como algo muy improvisados, porque los camarines con los que contábamos en la parte de atrás del escenario eran chiquitos. Acostumbrarse a corretear por ahí atrás fue algo súper divertido. Fue una experiencia totalmente diferente a bailar en cualquier otro teatro”.

¿CUÁLES CARNAVALES HAN SIDO LOS QUE MÁS DISFRUTASTE?

“Tuve muchos carnavales especiales. El del 2007 con Carambola fue hermoso porque salí en Carnaval estando embarazada. Entonces mis compañeros me cuidaban mucho. Me acuerdo que no me querían ni tocar porque tenían miedo de apretarme y de que pasara algo (risas). El Carnaval 2008 con La Compañía fue increíble porque fue el primer año del título y tuvimos que asumir la responsabilidad de sacarlo a la calle. Una cosa es integrar un conjunto y ser simplemente un componente, y otra cosa muy distinta es sacarlo. Era un grupo muy unido, y éramos todos amigos. Todos la luchamos para sacar adelante al conjunto.  Además ese año ganamos el concurso y no lo podíamos creer porque fue todo a pulmón. No teníamos un peso, ni ningún sponsor. Me acuerdo que hasta mi madre coció cosas, y nunca había hecho ropa para Carnaval. Luego el año 2014 con Tabú fue muy especial. Veníamos remándola y fue tremendo cambio el hecho de no haber pasado a la liguilla en el carnaval anterior, y al año siguiente ganar. Tabú es como una familia. Fernando (Olita) y Julio (Del Río) nos unen bastante. Todos tratamos de dar una mano, y más de una noche nos hemos quedado pegando piedras. No se trata solo de ensayar y nada más. En Tabú me siento re cómoda y estoy acostumbrada al grupo. Además me bancan la cabeza con el tema de mi laburo, nunca me la complican si por algún motivo tengo que faltar. Realmente me siento parte”.

¿CUÁL ES TU VISIÓN SOBRE LA CATEGORÍA DE REVISTAS?

“La categoría de revistas va mejorando todos los años. Creo que todas las categorías buscan innovar e ir cambiando. En otros conjuntos en los que me ha tocado salir solo salía escena para bailar. En Tabú los bailarines estamos mucho tiempo arriba del escenario y hacemos mucha puesta en escena. Si alguno puede actuar, actúa. El estilo de Tabú es más parecido a la comedia musical. El conjunto trata de crecer todos los años. La macana es que no se pueda laburar lo suficiente como para sentirnos satisfechos. A veces te desmotiva matarte ensayando para mostrar tu espectáculo poquitas veces. Tal vez lo que cambiaría en nuestra categoría es que podamos laburar un poco más. Me gustaría que el reparto de tablas fuera más equilibrado. En este último carnaval habremos llegado a hacer 30 tablados como mucho. No solo influye en lo económico sino que también en lo artístico, porque una quiere mostrarse y par algo ensaya durante tanto tiempo. Necesitamos del aplauso de la gente que reconoce todo el esfuerzo que hay detrás de un espectáculo.  Me encanta concursar en el Teatro de Verano, pero Carnaval no es solo competir, también se trata de ir a los tablados a compartir lo que ensayaste”.

¿QUÉ ES LO QUE MÁS DISFRUTÁS DE LOS TABLADOS?

“Me divierte muchísimo el tablado porque me siento muy desestresada. Hago otras cosas. Por ejemplo, si tengo ganas de cantar algo, canto. Interactuar con el público es hermoso. Recibir los saludos y las devoluciones de la gente es divino. De repente te dicen “Carla! Seguís bailando re bien con la edad que tenés!”. Los mismos que recibís como que te pidan para sacarte una foto, son increíbles”.

SUS EXPERIENCIAS COMO COREÓGRAFA

“Estos últimos años en Sarabanda he tenido la suerte de contar con los temas en tiempo y forma. Pero otros años armaba coreografías sin la música y cuando llegaban los temas, las iba metiendo en la música. Era todo una locura (risas). Para elaborar una coreografía escucho los temas y me junto con los letristas del espectáculo para que me guíen y me digan qué es lo que le gustaría que se plasme en el escenario. A veces me filmo porque tengo una memoria a corto plazo (risas). Hay veces que armo la coreografía en un solo día. Si las bailarinas aprenden rápido se arma todo súper fácil. Me gusta que las coreografías sean dinámicas y que todas las bailarinas puedan bailar en todos lados, aprovechando el espacio. La danza clásica me brindó muchas herramientas para poder asumir el trabajo de plantear coreografías. Con Jean Claude (Gustavo Pérez), me acuerdo que nos poníamos a armar coreografías juntos. Luego al momento de plasmar la idea, veíamos cómo iba respondiendo cada bailarín, y ahí decidíamos si había que cambiar alguna cosa o no”.

“LA COMPETENCIA ESTÁ EN TODOS LADOS”

“Hoy me encuentro alejada de la danza clásica. No desde la docencia, porque disfruto mucho dar clases de ballet, pero abrí de la danza clásica como bailarina. Es algo muy exigente y que implica mucho sacrificio. Además, después de que sos madre, las prioridades van cambiando un poco. No me hallé en ese ambiente porque es muy competitivo, y yo de chica era muy sensible. Si te destacabas pasaba que notabas alguna envidia o mala onda por parte de compañeros o compañeras. Después al crecer un poco ya empecé a lidiar con eso porque la competencia está en todos lados. Pero principalmente rescato que a mi me gusta bailar porque me hace felíz, y no porque quiera ser mejor que alguien. Y si en algún momento me esfuerzo es para mejorar, y lo hago por mí. No miro a las bailarinas para ver cuál es buena y cuál es mala”.

¿CÓMO VIVISTE ESTE CARNAVAL 2019 CON TABÚ?

“Este carnaval me encantó. Fue un trabajo divino en equipo. La incorporación de Avo (Pérez) como puestista en escena estuvo genial. Tiene una paciencia tremenda. Nosotros estábamos acostumbrados a trabajar de otra manera, y él nos tuvo que dar dos cachetazos para que le diéramos bola. Además en el laburo con él participábamos todos. Bailarines, actores, músicos y cantantes trabajábamos juntos. La revista estuvo más unida que nunca porque desde el día cero todos teníamos que vernos las caras durante una o dos horas. En otros años en los que he integrado conjuntos en los que los componentes ensayaban por separado, me pasaba que había pila de compañeros que no conocía. Este año pude conocer mucho más a todos mis compañeros. Otros años me sucedía que a algunos compañeros los conocía bien recién en pleno febrero arriba del bondi entre tablado y tablado. Además siempre hacemos alguna comida y eso también nos ayuda pila”.

¿CUÁL ES TU CUENTA PENDIENTE DENTRO DEL CARNAVAL?

“En Tabú no me están dejando actuar (risas). Soy media macaca y me gustaría actuar. En otras revistas he tenido alguna pequeña participación. Me gustaría actuar y hace un personaje gracioso. Digo esto refiriéndome siempre a la categoría de revistas, porque cuando ya no pueda levantar más las piernas, voy a tener que cambiar de categoría. A murgas no podría ir porque no canto (risas), aunque en el espectáculo del año 2009 de La Compañía canté un poquito. El momento estuvo buenísimo pese a que cantar me daba una vergüenza terrible. Creo que salir en humoristas sería un golazo, porque de chica era tímida pero ahora soy una desfachatada, y arriba del escenario me animo a cualquier cosa. Me encantaría salir en Cyranos actuando porque me encanta la onda del conjunto. Igual todos los conjuntos de humoristas están buenos”.

SI TU CARRERA ARTÍSTICA DENTRO DEL CARNAVAL FUERA UNA FOTO, ¿QUÉ HABRÍA EN ELLA?

“Habrìa muchas personas en esa foto. En Carnaval no he encontrado muchos amigos, pero sí muchos colegas que te dejan algo positivo. Carnaval me ha ayudado muchísimo a madurar y crecer. Sin dudas que en esa foto estaría mi familia, porque sin su apoyo no podría estar saliendo en Carnaval. Hoy por hoy cuidan de mis hijos cuando salgo a actuar con el conjunto durante febrero. Tambièn en esa foto estarían Jean Claude y toda la revista La Compañía, y por supuesto: Tabú”.